Se trata seguramente del biopic musical más famoso de cuantos se han rodado. No en vano, tras el éxito de la película (óscar a la mejor película) Mozart pasó a ser el músico clásico más famoso y vendido sobrepasando a Beethoven, considerado hasta entonces como el más paradigmático.
La película no es una biografía fiel del compositor, sino un ejercicio de fantasía y creación y como tal hay que disfrutarlo ya que la fidelidad histórica no estaba entre los objetivos de los autores. Está basado en una obra teatral previa de Peter Shaffer que colaboró con Forman en el guión.
Resultan especialmente interesantes las imágenes de los diversos montajes operísticos de Las bodas de Fígaro o Don Giovanni.
Destaca el uso que se hace de la música como elemento unificador temporal, mientras la narración alterna el tiempo presente y el flashback. Y una escena destaca sobre todas, aquella en la que Mozart dicta a Salieri parte del réquiem. Cinematográficamente perfecta, está llena de “trampas” musicales ya que los protagonistas van por detrás de lo que la banda sonora nos está mostrando. Es un uso novedoso de la banda sonora muy interesante.
Película muy redonda, donde música, ambientación, texto y actores están casi perfectos.
15 marzo, 2020
Amadeus gran película