High fidelity
Libro de culto, al menos para algunas generaciones, sobre la música rock-pop.
Muestra a unos personajes bastante patéticos pero entrañables, unos antihéroes muy representativos de la década de los 90’s. Vemos sus torpezas sentimentales, las dificultades para socializarse, y las crisis que sufren cuando, ya en la mitad de la treintena, la vida no ha ido por donde esperaban.
Además de la historia principal, toda la novela está impregnada de música. El protagonista tiene una tienda de discos con dos amigos y se pasan el día hablando de vinilos. De hecho, creen que los conocimientos sobre grabaciones puede ser un rasero por el cual medir a las personas. Evidentemente, todos están atrapados en un “complejo de Peter Pan”, si bien es difícil pensar en alguien posterior a la década de los 80’s que no sufra en mayor o menor medida parte de este complejo. Pero eso es otro tema.
Vinilos, compactos y cintas de cassette recopilatorias hechas para los amigos. Conceptos, sobre todo este último, que pueden resultar extraños a las nuevas generaciones o a las más viejas, pero muy familiares y nostálgicos a quienes lo hicieran en su día.
Un ejemplo de cómo la música puede ser muy importante en el día a día de la gente normal. ¿Continúa siendo así?
En 2000, fue llevada al cine por Stephen Frears con John Cusack en el papel principal siendo igualmente recomendable.