Documental perteneciente a la serie Todo el mundo es música emitida por Rtve.
En este capítulo podemos observar la cultura garífuna que se extiende por el litoral de Belice, Honduras y Guatemala.
Procedentes de África, y expulsados de San Vicente por los ingleses, desembarcaron en Honduras hace más de doscientos años en los cuales han preservado su lengua y costumbres propias, considerándose su música, Patrimonio de la Humanidad.
Como es característico en las narraciones de esta serie, vemos a los músicos tocando en su propio entorno con la gente que forma parte de su público habitual.
Dos músicos centran la atención del reportaje: Aurelio Martínez, de origen humilde y que se proclama seguidor de los antiguos parranderos, y Andy Palacio, el músico garífuna más internacional que falleció poco después de realizarse el documental, y conocido también por la defensa de los derechos de su pueblo.
Es inevitable que la narración se detenga, además de la música, en la dificultad que sufre –y sufrirá- esta comunidad para mantener sus costumbres, su lengua e incluso sus propias tierras, anheladas por los especuladores.