Película que narra la vida del cantante, pianista y compositor Ray Charles que contribuyó a expandir por todo el mundo el rhythm & blues.
La acción se desarrolla en orden cronológico y presta mucha importancia a todo lo que sucedió al protagonista en la infancia, y volvemos a ello en abundantes flashbacks. Vemos las dificultades que le provocan la ceguera, el racismo y su drogodependencia, que marca su desastrosa relación con las mujeres.
Hay algunas pinceladas sobre aspectos musicales (su primer boogie, la primera vez que vio a su ídolo Art Tatum o la relación con sus músicos) si bien se centra en lo personal.
Jamie Foxx está muy bien en su papel –recibió el oscar – y se tratan casi todos los temas que marcaron su vida, si bien el happy end final es un poco abrupto y forzado.
Es relativamente larga (146 min) pero está narrada muy ágilmente, y los momentos musicales son realmente potentes, así que es recomendable para cualquier aficionado a la música.