Monólogo teatral escrito por el autor de Seda, llevado al cine en 1998 por Giuseppe Tornatore.
La historia se difumina en la leyenda sobre el protagonista, un pianista que no habría bajado nunca del barco en el cual habría nacido y que a pesar de no conocer nada más del mundo que el mar y esa embarcación, era el mejor pianista del mundo. Incluso Jerry Roll Morton, “inventor del jazz” sucumbe ante sus encantos…
Es una historia brumosa, poética, de gran sensibilidad. Leyendo el texto, casi podemos escuchar de fondo esa música mágica que emerge de las palabras.