Película basada en el relato de George Sand sobre su estancia durante el invierno de 1838-1839 en un monasterio mallorquín junto a Frédéric Chopin.
Se trata en realidad de una interpretación libre del texto, y por tanto, se hace hincapié en aspectos que ni siquiera aparecen en aquel, como la difícil relación amorosa y sexual entre los dos protagonistas.
El otro aspecto importante del film es la política. Jaime Camino (un director que siempre incide en este aspecto) aprovecha la ambientación histórica y los protagonistas extranjeros para que estos realicen pequeños discursos que, si bien parecen tratar de Francia y la revolución francesa, en realidad nos hablan de la dictadura que en esos momentos padecía España.
Esta fue la inteligente propuesta de Camino para burlar la censura y enviar el mensaje ideológico de apertura que buscaba.
Lo musical queda un poco de lado, pudiendo escucharse varias de las composiciones de Chopin tocadas por Raymond Trouard – se insertan sus manos cada vez que el protagonista toca, como es habitual en estos casos-.