Estamos ante una de las películas sobre jazz más famosas. Está basada en el libre Dance of the Infidels de Francis Paudras, y es en realidad una adaptación libre, cambiando el protagonista original del libro –el pianista Bud Powell- por un saxofonista inventado.
La historia transcurre en un típico club de jazz, pequeño, con mesas y un pequeño escenario donde los músicos tocan hasta la madrugada.
El protagonista es un saxofonista cuya carrera está de capa caída y se encuentra tocando en Francia a la espera de poder volver a EEUU. Está encarnado por el saxofonista de jazz Dexter Gordon, quien también vivió un tiempo en Francia antes de volver a su país de origen.
Su vida es un desastre, marcada por el alcoholismo y la depresión y un fan de su música intentará enderezarlo.
Uno de los mayores atractivos es ver a músicos reales de jazz tocando en las diversas canciones: Shorter, McLaughlin, Hutcherson, Higgins, Carter, Hubbard, Williams…
La banda sonora está a cargo de Herbie Hancock –que también sale tocando- y que recibió el Oscar por ella, a pesar de que la mayoría de los temas son versiones de estándares del jazz.
Recomendada sobre todo para los aficionados a esta música.
