Acordes y desacuerdos, de Woody Allen (1999)

Sweet and Lowdown

Por fin una película de Woody Allen con temática musical. Es bien conocido por todos su gusto por el jazz que le lleva a incluirlo como fondo principal de sus bandas sonoras.

También ha sido difundida su faceta de músico integrante de un grupo de Dixieland, que gira por todo el mundo dedicado a recrear el sonido del jazz más clásico.

Por lo tanto era de esperar que en algún momento produjera alguna película de este tipo. Y seleccionó como protagonista de su historia a Emmet Ray, que a pesar de darse aires como el mejor guitarrista de jazz, se echa a temblar cada vez que escucha hablar de Django Reinhardt, al cual idolatra.

Su vida personal es además un desastre, en línea con los habituales perdedores protagonistas de las películas de Allen. La película es un retrato de la progresiva caída del músico desoyendo las posibles ayudas que podría recibir, caso de Hattie una chica muda con la que convive un tiempo.

En la narración convencional se intercalan imágenes del propio director, de Nat Hentoff (crítico de jazz) y otras personalidades aportándole un toque de falso documental para intentar aportar datos sobre este guitarrista conocido tan solo por los más fanáticos del estilo.

Sean Penn encarna el papel del atormentado músico. Son un poco difíciles de digerir las imágenes en las que toca porque el playback no se aproxima mucho a lo que un guitarrista haría, pero en el resto del personaje está correcto.

Una película para los fans de Allen, de las películas sobre los años 30, los años de la radio y el jazz.

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Author: Jorge de la Torre Sanz

Director del Instituto de Música Online. Pianista, Compositor y Director Musical.

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