An equal music

Se trata de una novela extensa –unas 550 páginas- en torno a un violinista que vive en Londres pero que no ha podido superar aún la ruptura con su antigua pareja con la que vivió en Viena.
Es una historia con una trama amorosa, con personajes muy definidos, bien estructurada, y que discurre en diversas ciudades –Londres, Viena, Venecia-. La parte más novelesca con su resolución funciona perfectamente. Pero quizá no es lo más interesante para aquellos que nos interesa tanto la música.
El autor ha hecho un verdadero trabajo de investigación –y él mismo lo asevera en un epílogo donde agradece a todos los profesionales que le han ayudado- situándose en la piel de un músico. Existen multitud de sensaciones descritas que obedecen a las inseguridades, al disfrute, a la relación con el instrumento y opiniones sobre la música que habituales en los músicos. Es difícil no reconocer en los conflictos del protagonista, las problemáticas que a todos nosotros se nos presentan.
Se abordan otros temas como la relación con los agentes de representación, los nervios ante los conciertos, la tensa espera ante las posibles críticas de la prensa, la precariedad salarial que hace difícil la compra de un instrumento definitivo–sobre todo en el caso de los instrumentos de cuerda.
Y por encima de todo el tema principal musical que sería cómo tocar música con los demás. El protagonista forma parte de un cuarteto. Todo un microcosmos con cuatro personalidades que han de convivir y compartir muchos momentos banales y conflictos personales pero luego han de salir al escenario y superarlo todo en pos de una gran interpretación que satisfaga al público, pero también a ellos, y supongo una compensación de las horas invertidas en los ensayos.
Muy recomendable para el público general, para los músicos y por encima de todo para los músicos de cuerda.