The nightmare before Christmas

Más de 25 años después de su estreno, ya podemos considerar esta película como un clásico de las películas navideñas así como de la Stop-Motion, técnica con la cual fue grabada y que exige una meticulosa producción, con bocetos, modelado y grabación muy costosos y detallistas.
Es una original historia que funde dos de los clásicos estadounidenses; Halloween y Santa Claus. El ambiente oscuro y gótico es el habitual de este director (Eduardo Manostijeras, Bitelchús, Sleepy Hollow, La novia cadáver…) pero combinado esta vez con el musical, con unas partituras a cargo su habitual colaborador, Danny Elfmann, que se encuentran entre lo mejor del compositor.
Unos personajes bien delineados, un interesante guión, unas buenas canciones y un acabado técnico impecable marcan esta impresionante producción procedente de la etapa más creativa y arriesgada de Tim Burton.
Aquellos que no la hayan visto, seguro que reconocerán las figuras de los personajes porque Disney (la empresa detrás de la película) si bien no se atrevió al principio a presentar el proyecto (lo lanzaron a través de Touchstone Pictures) después, al ver el éxito de público y crítica, ha llenado el mercado con merchandising de la película.
Estuvo nominada a los Oscar por sus impresionantes efectos especiales.