AÑO PARKER III

El libro que hoy os traigo a esta sección conmemorativa de los cien años de Charlie Parker, es todo un clásico de la pedagogía del jazz. Se trata de una recopilación de transcripciones de los temas e improvisaciones grabadas por este saxofonista inigualable.
Dentro de las claves del aprendizaje del lenguaje del jazz, uno de los pasos o herramientas más habituales es la copia e imitación de los solos más legendarios de los solistas que han dejado huella.
Normalmente esta práctica se hace «de oído», tocando encima de los discos intentando copiar las frases en su totalidad, incluyendo las notas, los ritmos y el sonido.
Los dos primeros aspectos –ritmo y melodía, más o menos pueden ser plasmados en partitura a pesar de las dificultadas de transcribir las blue notes, o algunos intrincados ritmos, o fluctuaciones en torno a la pulsación. Pero el sonido del jazz es difícilmente representable en una partitura y es por eso que las transcripciones pocas veces añaden la articulación necesaria.
Una transcripción de jazz aporta un tanto por ciento de información que después ha de ser completada con la escucha del original.
Y eso es algo de lo cual es consciente el responsable de la transcripción, Jamey Aebersold, tal y como lo indica en la Introducción al libro.

Charlie Parker expandió de manera significativa el lenguaje del jazz que hasta entonces se limitaba principalmente a tocar las notas del acorde, y dentro de sus innovaciones destacan sus extensiones armónicas -las tensiones disponibles para tocar sobre un acorde- y las notas cromáticas de paso de las que se valió para realizar sus largas e intrincadas líneas melódicas, sin por ello olvidarse nunca del blues, base de todo su trabajo.
Por ello este libro es un clásico de la enseñanza del jazz, y sus temas y solos son casi de obligado aprendizaje en las escuelas de música para aquellos instrumentistas con un nivel mínimo, debido a su dificultad.
Por si alguien quiere echar un ojo, os dejamos con el índice de los temas que aparecen, y con una invitación a tocar al menos alguno de ellos. Si lo conseguís, estaréis en el buen camino.
