
Tremé es una serie de HBO que se centra en el período de reconstrucción de Nueva Orleans tras el paso del huracán Katrina. ¿Por qué es interesante ver Tremé?
- Es un proyecto de David Simon, creador de series tan aclamadas como The Wire, The Deuces o Show me a hero
- La acción transcurre en Nueva Orleans, una de las ciudades más multirraciales y multiculturales del mundo.
- Es una muestra del género de cine-documental, poco frecuentado últimamente en el que la suma total es más importante que las partes.
- Tiene un ritmo pausado que ayuda a integrar la historia.
- La narración persigue un objetivo: mostrar la cultura como eje vertebrador de la actividad humana
- Es una serie coral sin actores principales y la suma de todos ellos es un resumen de la riqueza de la ciudad
- Es perfecta a nivel técnico, con muy buenos guiones y un elenco de actores formidable
- Denuncia la corrupción existente en los cuerpos policiales y en los estamentos políticos, que dificultaba la recuperación de la ciudad
- La música es omnipresente durante toda la serie.

Todos los aspectos enunciados pueden ser suficientes para verla, pero es este último el que me gustaría explicar en profundidad.
Lo más interesante es cómo consigue mostrar la música integrada en la vida diaria de los habitantes de Nueva Orleans. Todos los habitantes de la ciudad participan de una u otra manera de la vitalidad musical que parece ser la fuente de energía principal.
Varios de los protagonistas tienen relación directa:
- Un trompetista de jazz moderno que triunfa en Nueva York pero no encuentra claro su destino porque siente que no incorpora la herencia cultural de su ciudad
- Un trombonista profesional que no termina de despegar, bohemio y descuidado que ve trastocadas sus ideas al convertirse en profesor de música
- Un aspirante a pianista venido desde Holanda para conocer el mito de la ciudad y se ve sacudido por la dura realidad
- Una violinista que no para de ascender y que en un momento debe elegir entre verse dominada por la industria musical o controlar su propio proyecto
- Un locutor de radio que desearía vivir de la música que es su gran pasión pero no logra superar su amateurismo

Además de estos personajes marcados en su día a día por la música, casi todos los demás se relacionan con la música (recibiendo clases, acudiendo a conciertos, promoviendo actuaciones en bares…) en diferentes momentos.
Y claro, estamos en Nueva Orleans así que hay un momento clave en cada temporada que es la celebración del carnaval, del Mardi Gras. Es un momento mágico en el que la ciudad se para y celebra una de las fiestas más famosas a nivel planetario. La serie intenta mostrar la importancia que la fecha tiene también para los ciudadanos de Nueva Orleans y no solo para los turistas.
Si hubiera que reprochar algo a la serie es precisamente su ausencia. Coyunturalmente se entiende que no hay turistas al ser todo tan precario todavía en la ciudad que se encuentra en plena reconstrucción, pero resulta difícil imaginar Nueva Orleans sin gente haciéndose fotos continuamente.
Cada capítulo reserva varios momentos para retratar los conciertos que suceden al caer la noche, reivindicando así la importancia de la red de pequeños clubs para el mantenimiento de una escena musical potente. Toda una llamada de atención para las ciudades que continuamente cierran locales de conciertos y matan la actividad musical de la ciudad.
En muchas de estas actuaciones podemos ver a infinidad de artistas que han colaborado en la serie siendo especialmente memorables los capítulos en que aparecen Elvis Costello y Allen Toussaint. Nadie como este último parece sintetizar la idea de Nueva Orleans como un crisol de culturas abierta a las influencias ajenas y fuente de inspiración en el resto del mundo.

Son muchas las referencias a Nueva Orleans como cuna del jazz si bien nunca se presenta de manera hagiográfica, sino que es visto como una parte más del discurrir de la historia de la ciudad, de la cual se muestran orgullosos los músicos.
Hay algunas escenas en Congo Square, plaza en la que supuestamente arrancó el jazz primitivo. Se deslizan en los diálogos nombres de músicos ilustres como Buddy Bolden, Louis Armstrong, Kid Ory, Robideaux o Sidney Bechet que pusieron el nombre de la ciudad al alcance del mundo entero.
Pero la serie no se circunscribe solo al jazz. Porque si la ciudad tiene esa pátina multicultural es porque acoge cualquier tipo de manifestación artística. Así que durante las cuatro temporadas podemos escuchar cualquier tipo de música: blues, jazz, hillbilly, country, pop, rock, soul, R&B, funk, rap… Los propios músicos van de un conjunto a otro sin ningún tipo de problema participando de varias propuestas a la vez.
Y un rasgo curioso. En el Tremé, barrio céntrico cuna de todo lo musical sucedido en Nueva Orleans hay un respeto por los músicos y su trabajo, y nadie pide silencio cuando practican. Es más bien una suerte poder tenerlos cerca y disfrutar de su arte.
En resumen. Si hay una serie que ha mostrado la importancia de la cultura y en concreto de la música en el día a día y cómo esta puede ayudarnos a vivir a gusto en comunidad con nuestros vecinos esa es Tremé.
Dadle una, dos, tres oportunidades…las que sean necesarias. La recompensa final bien merece la pena.