Chroniques de ma vie

Autobiografía del autor, escrita en la mitad de su carrera. Desde una perspectiva actual puede chocar una fecha tan temprana para escribir unas memorias, pero el hecho es que Stravinsky las escribe para defenderse de los múltiples ataques que recibe en esos momentos por parte de la crítica, público y otros compositores.
En aquellos años estaba inmerso en su período ”neoclásico” y eran muchos los decepcionados por el hecho de que no siguiese la línea emprendida con La consagración de la primavera, Petrushka o El pájaro de fuego, obras con las que fue acogido como cabeza visible de las vanguardias.
En este texto defiende la libertad del artista para decidir su futuro y de paso aclarar algunos malentendidos sobre el pasado. Y así, nos cuenta su versión de cómo sucedió todo en su vida hasta el año 1935. Evidentemente, su visión también es parcial. Se ensaña de manera directa con Nijinsky (bailarín principal en los Ballets Rusos organizados por Diaghilev) y con Wagner dejando su vida personal (mujeres, hijos, familia…) bastante al margen.
Lo más interesante sin duda consiste en seguir su pensamiento, bastante ordenado (la ayuda recibida al escribirlos continúa siendo objeto de debate) sobre todo en las cuestiones musicales. Realiza constantes aportaciones sobre conceptos que invitan a la reflexión.
Digamos que podemos obtener dos placeres en leer estas Crónicas; por una lado conocer su versión de la historia, y por otro, adentrarnos en su cerebro musical, ya que pocos autores han sido capaces de pasar al papel de una manera tan clara la manera en la cual piensan la música.