Aprender Música, el podcast oficial del Instituto de Música Online. Capítulo 9
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Aquí te dejamos el tema de la semana
El DAFO para músicos: analizarnos para mejorar y enfocar nuestro futuro.
Antes de nada, vamos a ver qué es el DAFO.
Las siglas DAFO significan Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades.
Se trata de una forma esquemática para analizar tu proyecto, ya sea una empresa de nueva creación, un cambio de rumbo en tu vida o tu propia carrera como músico. El DAFO es aplicable a cualquier persona y proyecto, y lo único que hace falta es ser totalmente sincero a la hora de rellenar cada uno de los ítems.
Empezamos:
Para saber qué debes tener en cuenta en cada apartado, tenemos que distinguir bien dos grandes bloques: el personal y el contextual.
El bloque personal está formado por Debilidades y Fortalezas; estos dos apartados tienen que describirnos a nosotros, nuestros conocimientos, nuestras habilidades, nuestra experiencia, nuestra formación, así como nuestra falta de conocimientos, habilidades, experiencia y formación.
Por ejemplo:
Saber cantar es una de nuestras fortalezas, pero no saber tocar un instrumento con el que acompañarnos a nosotros mismos, es una debilidad.
Según nuestros propósitos personales, decidiremos qué es una fortaleza y qué es una debilidad, así como el nivel de importancia que adquiere cada uno de nuestros valores entre ellos.
Otro ejemplo:
Tengo dos fortalezas: experiencia docente y experiencia como músico de estudio en grabaciones.
En ningún caso esas experiencias son debilidades, al contrario, tener experiencia en estos dos campos siempre va a resultar enriquecedor hagas lo que hagas; eso sí, será más o menos útil en función de la carrera o del trabajo que queramos desempeñar.
Entonces, si nuestro propósito es ser profe de Música, tu experiencia docente tendrá más valor que tu experiencia de músico de estudio;
Del mismo modo, si nuestro propósito es ser compositor o productor, te resultará más útil tu experiencia como músico de estudio -en el que habrás visto y estudiado de cerca los arreglos musicales de otros compositores y el método de trabajo en una grabación de otros productores-, siendo esto más útil que tu experiencia dando clases.
En cuanto a las debilidades, estas dependen directamente de nuestro propósito, ya que nuestras fortalezas, como he dicho antes, simplemente tendrán más o menos valor, serán más o menos importantes o necesarias, pero nunca nos sobrarán.
Para anotar nuestras debilidades, nos plantearemos qué necesitamos mejorar o aprender para cumplir nuestro propósito.
Volviendo a los ejemplos de antes:
Si quieres ser profe de Música, puede que una de tus debilidades sean la falta de experiencia y la falta de formación. Ok, pues lo apuntamos en nuestras debilidades, ya que son puntos que obviamente necesitamos mejorar.
Si queremos ser compositores o productores musicales, puede que nuestras debilidades sean la falta de experiencia grabando para otros, o grabando en general, así como nuestra práctica con los programas informáticos que necesitamos para poder llevar a cabo una grabación o, sencillamente, nuestro nivel de conocimiento teórico y práctico en armonía. Porque sin conocimiento de Lenguaje Musical y Armonía, tampoco podemos componer, claro.
Entonces, en fortalezas y debilidades intentaremos abarcar todas las habilidades, experiencias, conocimientos y formación que tenemos; y también las que no tenemos, pero necesitamos para podernos dedicar a lo que queremos.
Vale, vamos ahora al bloque contextual.
En este bloque tenemos las amenazas y las oportunidades, y con ellas podemos analizar nuestro entorno, la situación en la cual queremos llevar a cabo nuestra carrera musical.
Aunque lo vamos a ver ahora igualmente, creo que es muy importante dejar claro que lo importante es analizarnos a nosotros mismos para ser cada vez mejores y más capaces, ya que el contexto es el que hay y no lo podemos cambiar.
Está bien conocer qué amenaza nuestra carrera y qué oportunidades tenemos nosotros que el resto no tenga para tenerlo en cuenta y que no nos pillen por sorpresa -sobre todo las amenazas, claro, ya que las oportunidades siempre son bienvenidas-, pero no debemos obsesionarnos con ellas -ni con unas ni con otras-, pues el verdadero trabajo que podemos hacer y controlar es el personal.
Dicho esto, os voy a poner un ejemplo de cada:
Supongamos que quieres dedicarte a la docencia y no tienes experiencia. De repente te llama un amigo para que vayas a substituirle en la escuela de música en la que él trabaja… ¡Perfecto!, eso es una oportunidad.
Y como todas las oportunidades, hay que aprovecharla, por supuesto.
Otro ejemplo de oportunidad es que os ayuden a invertir en vuestra formación o en un equipo potente para poder grabar, en el caso de querer ser compositor o productor. Así como que te surja una grabación cuando eres instrumentista y simplemente quieres dar conciertos o vivir de tus proyectos artísticos. Del mismo modo que una beca o un trabajo relacionado con tus propósitos.
Como característica importante de las oportunidades, además de que son externas y no dependen en gran parte de ti, es que son efímeras, es decir, que suelen tener un momento determinado en el tiempo y que probablemente “caduquen”… vamos, que hay que cogerla a tiempo para que no se te vaya y perderla.
El trabajo personal es acumulativo, las oportunidades, si no estamos en alerta, las podemos perder.
Por último, tenemos las amenazas, que son esos elementos externos que -como indica su nombre- amenazan nuestros propósitos. Una amenaza puede ser el exceso de competencia, por ejemplo, -aunque eso es relativo, porque cada uno de nosotros es único y no hacemos todo exactamente igual que los demás-, pero vamos, que está bien tenerlo en cuenta.
O también, una amenaza incontrolable que hemos sufrido a nivel mundial y que ha dejado sin trabajo a muchísimos músicos: el COVID. El Coronavirus se ha llevado por delante nuestros conciertos… sin ir más lejos: yo empecé una gira nacional, en enero y en marzo empezó el estado de Alarma aquí en España, con el confinamiento forzoso y la pérdida de todos los bolos que teníamos cerrados.
Bueno, esto es una amenaza que poco puedes combatir o predecir… aunque una cosa es que sea difícil y otra es que no puedas darle la vuelta y aprovecharla, está claro.
De todos modos, mi sensación es que al dedicarnos al ámbito artístico, las amenazas son relativas, porque a ver, sí pueden pasar cosas brutalmente bestias como la pandemia que estamos viviendo ahora mismo -y poco podemos hacer para evitarlo.
Pero otra cosa es la competencia, por ejemplo, que como decía antes, al tratarse de proyectos artísticos, es muy muy difícil que alguien haga exactamente lo mismo que nosotros.
Lo mejor de nuestra profesión es que cada uno de nosotros es único y, por lo tanto, cada uno de nuestros proyectos, de nuestras canciones, de nuestra forma de concebir el aprendizaje musical, es tan especial como nosotros mismos.
Puede estar bien conocer la competencia, pero siempre desde un punto de vista positivo que nos ayude a mejorar -nunca a copiar, por supuesto- pero sí mejorar nuestro trabajo o nuestros procedimientos e, incluso, para poder forjar futuras colaboraciones.
La verdad es que este tema da mucho de sí, así que, si os apetece, en otro capítulo de Aprender Música, podemos ver nuestro Plan de Acción para que este DAFO nos sea útil. Incluso podríamos ver DAFOs de ejemplo.
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