Haciendo amigos 1: los clásicos
¡Ah…los compositores clásicos! Esa gente que viste tan bien, que admira tanto a sus predecesores, tan educados y correctos, cuyos bustos de cerámica quedan tan bien encima de pianos y chimeneas…
TODO MENTIRA
¿Por qué? Pues porque son seres humanos como todos nosotros y como tales, aman,desean, comparten…y odian. Basta ya de idealizar el pasado y las biografías de estos compositores. Personajes como Beethoven, Wagner o Stravinski serían YouTubers haters de primera.
Y está bien. No pasa nada. A esta gente cuando tiene gases le suenan pedos, no Himnos de la Alegría con tufo a fundación que desgrava.
¿Queréis unas muestras? Pues allá vamos. Para eso inauguro esta sección, para que podáis saber lo que de verdad opinaban unos músicos de otros.
Richard Strauss vs Schoenberg
Sería mejor si Schoenberg se dedicara a quitar la nieve con una pala que a llenar pentagramas de garabatos.
Richard Strauss a Alma Mahler
Schoenberg vs Francia
Arrojaremos a estos mediocres sembradores de Kitsch a la esclavitud, y habrán de aprender a venerar el espíritu alemán y a adorar al Dios alemán.
Schoenberg a los músicos franceses tras el comienzo de la Gran Guerra en 1914
Stravinsky vs Richard Strauss
Me gustaría acoger todas las óperas de Strauss en cualquier purgatorio que castigue la vulgaridad triunfal.
Stravinsky a Robert Craft en sus libros de conversaciones.
Ravel vs Poulenc
Lo bueno que tiene Poulenc es que se inventa su propio folclore.
Ravel sobre Poulenc
Adorno vs Sibelius
La obra de Sibelius no está sólo increíblemente sobrevalorada, sino que carece esencialmente de cualquier característica positiva.
El crítico Adorno sobre Sibelius
Varèse vs Jazz
El jazz no es Norteamérica. Es un producto negro, explotado por judíos.
Varèse sobre la música jazz
Copland vs Jazz
Empezó, supongo, con el aburrido tam tam de algún negro en África.
Copland sobre la música jazz
Esto no quedará aquí. Seguid pendiente a esta sección donde iremos descubriendo a vuestros músicos haters favoritos. Los hay de todos los estilos. Aquí no se salva nadie.
