Aprender Música, el podcast oficial del Instituto de Música Online. Capítulo 12
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Aquí te dejamos el tema de la semana
– ¡Hola familias!, hoy estamos con Sílvia Cerezo que es experta en Kinesiología Educativa y lateralidad. ¡Hola Sílvia!
– Hola, buenos días.
– A ver. ¿Qué es la Kinesiología Educativa o qué es la Kinesiología?
– Para entender el contexto, hablaremos primero de la kinesiología y después de su aspecto educativo.
Es una técnica motriz pero no al uso, porque la gente al escuchar técnica motriz piensa en Pilates, Yoga…y esto no tiene nada que ver. Aquí lo que utilizamos es la psicomotricidad, el movimiento desde la kinesiología. Por un lado analizamos el movimiento de las personas y podemos solventar bloqueos corporales que nos acompañan a nivel emocional, y por otro lado, utilizamos ciertos ejercicios cortos y muchas veces divertidos para volver a conectar esa parte de nuestro cerebro y esas sinapsis que se han quedado perdidas por algún motivo.
Pongo pequeños ejemplos para que se pueda entender. Nuestro cerebro está dividido en dos hemisferios que se conectan mediante el cuerpo calloso. ¿Qué pasa con esta conexión entre los dos hemisferios? Muchas veces, con el ritmo de vida actual, las horas de sedentarismo son superiores a las que podemos tolerar. Con ello se nos desactivan las sinapsis que pasan de un hemisferio al otro. Con el hecho de hacer algunos ejercicios de cruzar la línea media como puede ser imaginarnos una equis y dibujarla con las dos manos, mientras reímos, saltamos, obtenemos actividades para hacer con nuestros críos mientras por ejemplo, esperamos en algún sitio.
Otro ejemplo. Ponernos todos a jugar. Colocamos una mano en la nariz y la otra en la oreja. Y vamos cambiando sucesivamente. Estos ejercicios hacen realmente no nos quitan tiempo en el día a día, nos están agilizando problemas de aprendizaje, de concentración o memoria y para los que no los tienen, estamos potenciando la capacidad innata que tenemos.
– Esto sería en cuanto a Kinesiología general. Pero entiendo que está enlazado con el tema de la lateralidad.
– Totalmente. El tema de la lateralidad es sumamente importante en gente como vosotros los músicos. ¿Cuál es el conocimiento que nos llega a nosotros hoy en día? Se dice: «Este niño, pobrecito, tiene lateralidad cruzada lo cual no le permite aprender con tanta facilidad».
Ante estas situaciones yo me subo por las paredes porque esto es el gran mensaje que nos está llegando. Cuando tú analizas existen 33 perfiles de lateralidad distintos y todos son perfectos, con sus carencias, con sus pros y contras. Algunos nos facilitarán más que la información llegue de manera auditiva y otros de manera visual. Otros necesitaremos el movimiento constante.
Pondremos un ejemplo para que veáis qué perfil puede ser más afín con el piano. Yo veo a mi hijo pequeño con un perfil de lateralidad concreto que cuando toca el piano está haciendo experimentación y se mueve constantemente. Por el otro lado, mi hija, con otro concepto, cuando se aproxima al piano lo hace desde la parte lógica del cerebro aunque no sea su parte dominante para poder mover las manos. Después de eso es cuando ella fluye con la melodía y cambia de hemisferio. ¿Por qué pongo este ejemplo?
Para entender que desde cada visión estamos aprendiendo igualmente.
Si mi oreja dominante es la derecha y estoy sentada en el lado contrario, me está llegando toda una información por el lado que no es el privilegiado. Si en mi lado derecho en vez de escuchar ese sonido hay una ventana, o ruido de gente que pasa, ¿a mí me está llegando toda la información? No. Pierdo gran parte de esta información.
Nosotros somos mamíferos, convertidos en seres sociales. Sobrevivimos por adaptación al entorno y para ello necesitamos conocerlo. Lo hacemos a través de unas vías de información que son los sentidos: lo que yo veo, oigo, huelo, degusto y toco. Como la supervivencia prima por encima de cualquier actividad que yo quiera realizar, si mi oreja dominante es la derecha y por ella oigo ruidos y debo concentrarme, no podré conseguirlo porque mi cerebro comprobará si lo que está pasando es seguro o no.
– Entonces, el estilo de aprendizaje de cada uno está marcado por la lateralidad, de la que hemos dicho que hay 33 perfiles y por tanto, de cómo abordas las actividades. Entiende que viene a ser eso...
– Sí. De hecho, dentro de estos 33 perfiles tú serás un aprendiz visual, auditivo o kinestésico. Esto es complementario con las inteligencias múltiples.
– ¿Hay estudios que lo interrelacionen?
– Sí. Hemos creado un sistema educativo que sirve para dos inteligencias y media y para tres perfiles. Hemos de crear un sistema educativo que sea plural realmente donde la información que yo te esté dando llegue de muchas maneras distintas, porque no nos equivoquemos; estamos en un momento de la historia mundial donde todo ha avanzado mucho menos la educación, que ha involucionado.
¿Para qué más nos sirve conocer nuestra lateralidad? Cada uno de nosotros se estresa de una forma diferente. Un perfil cuando entra en estrés lo que capa es por ejemplo la vía auditiva y quedándole solo la vía visual. Imagínate que yo estoy conduciendo con un copiloto al lado. Él está viendo algo que nos hará tener un accidente y yo, cuando me pongo nerviosa cierro oídos y si mi pareja lo sabe y va de copiloto y en vez de chillar algo y dar órdenes -que no nos sirve- hace un gesto con la mano es posible que sea más práctico.
Es un ejemplo extremo pero que nos puede servir para entenderlo.
Otro ejemplo era el de una hija que siempre se peleaba con su madre a la hora de hacer los deberes. Lo que pasaba era que cada una tenía un perfil distinto de lateralidad. Cuando vieron como hablarse la una a la otra, eso desapareció. Por lo tanto son cosas que hemos de tener en cuenta. Si soy un aprendiz visual y estoy sentado al final del aula, cada vez que tenga una molestia visual me perderé la información que me está llegando.
En el caso de los músicos, las posiciones de los dedos en los instrumentos. O escuchar bien cómo afinar. Esta información puede no llegar bien.
– Yo lo he visto con los niños en el piano -y también adultos-. Cuando aprendemos podemos memorizar cada una de las notas que tocamos o coreografiarlo. Yo soy más de coreografiar ese movimiento de notas una vez me lo he aprendido, como si lo bailara con dedos. Son percepciones distintas.
Ahora mismo tengo un alumno al cual tocas cualquier melodía y él la repite sin problemas, tal cual. En cambio ante la partitura es imposible. Por lo tanto entiendo que como profes o padres nos interesa tener esa información, incluso para nosotros.
– Seguramente en este caso que me comentas, su hemisferio dominante es el derecho. Por ejemplo hay otros niños que están repitiendo la partitura porque necesitan más la lógica y por lo tanto el hemisferio izquierdo.
Las conexiones son diversas pues depende de mi pie, de mi mano, de mi ojo… El aprendiz kinestésico necesita moverse para poder integrar la información. Por eso no puede ser que estén quietos. Mi hija toca el violín y cuando acaba una canción en vez de pararse, deja el violín un momento, se mueve un poco, y gracias al proceso que acaba de hacer acaba de integrar toda la información que había aprendido. Si no se mueve no tiene capacidad para integrar la globalidad de lo aprendido. Por lo tanto estamos perdiendo mucha capacidad del potencial e incluso llegamos a problemáticas. Como cuando se nos dice que los niños tienen problemas de hiperactividad, TDH, bueno, pues lo siento pero no. Es que no podemos tenerlos tantas horas al día sentados.
– Habrá muchos alumnos con los que se puede trabajar para no sobrediagnosticar, como es el caso con el TDH, cuyo sobrediagnóstico está reconocido y aceptado tranquilamente por los médicos. Y en cambio lo que planteas, con simplemente levantarse integraríamos en esos pocos segundos todo lo anterior. Y evitaríamos estos trastornos mal diagnosticados.
– Hoy en día hemos perdido la conexión con nuestro cuerpo. ¿Cómo la recuperamos? Porque eso es lo que hace que bajemos revoluciones, nuestro cerebro trabaje de manera integrada y podamos salir del estado de alerta.
Recordemos que sobrevivimos porque estamos vigilantes en el entorno. Ahora os diría, tocaros un codo. Porque sabemos que lo tenemos, pero no lo notamos hasta que no lo tocamos.
Por eso. ¿Nos tocamos el cuerpo? ¿Nos lo mimamos? No. Es por ello que nuestro cuerpo envía información todo el rato. Si antes de tocar un instrumento nos acariciamos las manos., o antes de escuchar música me toco las orejas, cara y diafragama, automáticamente perdemos todo el estrés que tenía el cerebro.
Con el estado de alarma continuo gasto muchos recursos del cerebro que podría destinar más adecuadamente a las actividades que querría hacer.
– Y eso además provoca estrés al cerebro porque está trabajando más de lo que debería, ¿no?
– Es así de claro. Si yo entrego información sensorial a mi cerebro y me doy pequeños masajes, lo que hago es una puesta a punto para que mi cerebro se aproxime a cualquier actividad de una manera relajada en contra del sobreesfuerzo del estado de alarma.
– Me parece muy curioso porque cuando se estudia teatro, lo de activar y conectar el cuerpo es algo que se hace siempre y en cambio, en la música, también nos hace falta y no se traspasa esta información. Con la voz sí se hace pero porque tú mismo eres el instrumento y has de calentarlo. Pero no he visto nunca un profesor de instrumento que diga vamos a tocar las manos, a tomar conciencia…en cambio con el teatro se hace siempre.
– Bueno. Es que lo que toca es romper dinámicas aprendidas. Cuando decía que ha habido una involución en el conocimiento de nuestro cuerpo, esto ha pasado en muchos de los sectores del día a día, por lo tanto, nos toca romper el círculo. ¿Y cómo lo rompemos? Empezando por nosotros. Hablando con los compañeros, haciéndolo con nuestros alumnos, enseñándolo y traspasando esa información. Conócete, siéntete…
Hago muchos talleres y siempre comienzo preguntando ¿Cómo estamos? Y cuando acaban pregunto ¿Cómo estáis realmente? Y para hacer la actividad necesito saber si te sientes cansado, te duele la espalda, si escuchas bien o no, porque seremos un equipo.
En el momento en que sabemos cómo estamos realmente tenemos medio camino realizado.
«Mi cerebro no rinde mucho. Me cuesta pensar». ¿Te has hidratado? Y la gente te mira extrañada. Pero hay muchas cositas básicas como esto. Con los niños pasa mucho porque lo piden y se les dice «ahora no toca» y lo que hacemos es desconectar de esas sensaciones que sienten de su cuerpo y no son demandadas y como el cerebro es práctico, termina por no pedirlo más veces. Acaban domesticados en cuanto a estas necesidades básicas.
¿Cómo funciona el sistema nervioso? ¿Y las conexiones neuronales? Es un sistema eléctrico. Cuando estamos mojados y tocamos algo mojado hay chispas automáticas, el agua es pura conducción. Si yo estoy bien hidratado, mi cerebro estará descansado y nutrido. Si respiro bien y bebo agua suficiente, mi cerebro rinde mucho más como demuestran muchos estudios.
Acostumbrémonos a llevar siempre agua encima y a tomarlo justo antes de comenzar una actividad. Los deportistas lo saben porque los entrenadores les avisan siempre para que no se deshidraten, pero a los que realizamos actividades sedentarias no nos lo ha dicho nunca nadie y hemos perdido esa conexión.
Cuando la gente me pregunta, ¿qué es la kinesiología realmente?
– ¡Bebe agua! (risas)
– Lo más básico es entender las necesidades reales de mi cuerpo y cerebro para estar al 100% en concentración, memoria y capacidad cognitiva.
– Nos podrías proponer algunos ejercicios -lo que tú veas- previos a tocar el instrumento. Algún jueguecito, alguna activación…
– El primero; vamos a beber agua. El segundo; vamos a masajearnos el cuerpo. Empiezo por el centro de la mano y voy hacia la punta de los dedos. Luego, cuando voy hacia el brazo, apretamos y soltamos, subiendo poco a poco. Después de todo esto en ambos brazos, descargamos de arriba para fuera lo cual nos quitará unos 30 segundos.
Que cada uno piense en su instrumento porque si por ejemplo tocamos el bajo y siempre lo tenemos colgado igual nos interesa tocarnos en la espalda.
Otro ejercicio es el de masajearnos una oreja primero y luego otra. Activamos de esta manera la percepción auditiva.
También me gustaría enseñaros uno más. Debajo de la clavícula hay unas hendiduras sobre las que aplicamos nuestros dedos, masajeándonos mientras la otra mano está encima de mi ombligo donde tenemos el punto de equilibrio, de gravedad. Con este ejercicio nos relajamos y conectamos hemisferios. Mientras respiramos profundamente, ya sea 10 segundos o un minuto y medio.
– ¿Todo esto está relacionado con la acupuntura o digipuntura? ¿Tienen en común los puntos que tú estás utilizando?
– Pues hay algunos que sí y otros que no. Algunos puntos se han encontrado desde la neurociencia y otros desde la tradición china.
¿Cómo gestiona nuestro cuerpo cuando estamos de pie o estamos sentados? Lo hace por información visual y por información sensorial sobre la fuerza que necesito para sostenerme con la gravedad. ¿Nosotros somos capaces de andar a 60 km por hora? No, pero vamos en medios de transporte que sí alcanzan esas velocidades. Entonces nuestro cerebro dice, ¿aquí que está pasando? Lo que pasa es que está estresándose.
Además en la naturaleza hay paisajes visuales lentos y rápidos. Nuestros ojos están preparados para ver grandes velocidades, no obstante, no están preparados para sostener durante tantas horas al día, tantos inputs visuales. Por lo tanto las dos vías por las que llega nuestro equilibrio, las hemos perdido. Estar en el centro de las ciudades o en la montaña hace que todo esto sea evidentemente diferente.
La música es una de las actividades en las cuales hacemos más cosas a la vez. Se activan muchas partes de nuestro cerebro; la memoria, el lenguaje, la parte rítmica, auditiva e incluso visuales porque algunas personas crean imágenes al escuchar música.
Ahí queda la idea.
– Realmente todos los ejercicios son muy sencillos de hacer, ¿no?
– Claro, son para todo el mundo.
– Aquí dejamos la entrevista aunque me quedo con ganas de más. Estás haciendo formación para profesorado y para padres, ¿no?
– Sí. Formación online. Hasta hace muy poco yo me dedicaba al mundo 1.0, que digo yo, pero me he dado un «cambio de vida». Eso, más necesidades familiares así que hago análisis e informaciones de lateralidad online. Me podéis encontrar en kinesiología educativa, en Facebook, Instagram…
Tengo contenido gratuito y de pago. En Instagram voy contestando dudas. Todo esto, además de ser mi modo de vida, es algo que todos deberíamos saber. Deberíamos conocer nuestro cuerpo porque casi todas las herramientas que necesitamos las llevamos puestas, para estar en equilibrio y tener el cerebro al 100% para cualquier cosa.
– Pues muchas gracias por todo. A ver si en otra ocasión vuelves a contarnos más cosas.
– Hecho.
– Perfecto. Gracias Sílvia.
– A tí.
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Muchísimas gracias por acompañarme, escucharme y proponerme temas, por vuestras valoraciones de 5 estrellas y vuestros comentarios, por enviarnos vuestras músicas y vuestras preguntas.
Mil gracias por estar aquí conmigo cada lunes a las 10h.
¡Que tengáis una feliz y musical semana!