
Hoy nos acercamos a un músico mucho más relevante de lo que incluso muchos músicos piensan. Marcus Miller es un famosos bajista eléctrico que se define a sí mismo como «un bajista de funk que ha escuchado mucho jazz».
En esta faceta, es famoso como líder de sus propias formaciones, marcadas por el groove que imprime a sus líneas de bajo, su técnica de slap, sus solos de clarinete y su look incorrompible, elegante y coronado siempre por el sombrero, pequeño homenaje a los sombreros de los años 30 y 40 que llevaban los músicos, siendo el más famoso el de Lester Young.
En este documental podemos comprender el porqué de su temprano éxito, pues desde muy joven ya estaba tocando con músicos de primera clase en su Nueva York natal. Crecer en los 60 y 70 le llevó a empaparse del soul, R&B, funk y jazz que llevaba a cabo toda la comunidad afroamericana lo cual se complementaba con su serio estudio del clarinete, que le proporcionó una doble formación: la de la música callejera aprendida in situ con otros músicos, y una potente enseñanza formal que le dio una base teórica y de lectura que haría de él uno de los bajistas más cotizados del momento por su musicalidad y fiabilidad como músico de estudio.
Y llegados a este punto hemos de añadir su faceta de productor. El documental se fija sobre todo en los discos que grabó para Miles Davis y la curiosa relación que se estableció entre ellos. Reconoce todo lo que aprendió junto a él, que supuso además un avance importante en su carrera lo que le posibilitó grabar discos con o para Santana, Luther Vandross, Elton John, Chaka Khan, Whitney Houston, Aretha Franklin, David Sanborn…
Como es habitual en estos casos, desfilan músicos que han trabajado con él destacando las aportaciones de Al Jarreau, David Sanborn o Wayne Shorter.
Muy recomendable para los bajistas, jazzeros, amantes del funk y aquellos interesados en la industria musical, grabaciones, producción…