RECUERDO MUSICAL porque mejor no tener en cuenta lo otro DE PHIL SPECTOR

Con Darlene Love

Si hubo un productor que dejaba las sombras de la mesa de sonido para tomar cartas en el asunto, ése era Phil Spector. Si hubo alguien en la industria que elevó el estudio de grabación a la categoría de arte e instrumento, ése era Phil Spector. Si alguna vez hubo un músico genial cuya vida personal supera con creces cualquier fantasía pesadillesca de crueldad y crimen, en fin, la competencia es fuerte, pero ahí está Phil Spector.

Todas tenemos placeres culpables, y la música es culpable de muchos placeres que me hacen fruncir el ceño. Resumiendo: sin pretender dedicarle un obituario estricto a este esperpéntico miembro honorífico de los “men who look like old lesbians[1]con peluca salida de un enchufe, no puedo evitar disociar ligeramente por sus aportaciones al pop en mayúsculas. Su grandilocuente enfoque técnico, estético y artístico a la grabación de discos (“wagneriano”, como él mismo lo definía), su archiconocido “muro de sonido” y la importancia que otorgó a las bandas de estudio fueron fundamentales en la música popular de los primeros sesenta e influyeron a numerosas bandas de décadas posteriores en géneros como el noise, el shoegaze o el dream pop.

Tina, Phil e Ike

Gracias a Phil Spector tenemos River Deep, Mountain High de Ike y la pobre Tina Turner, que sufrió en carnes un verdadero vía crucis de miles de tomas para dar con la perfección (y la encontraron, la encontraron). Él mismo la veía como su magnum opus almendrado.

River Deep, Mountain High

Phil Spector es responsable del sonido granuloso y denso de las bandas que producía, entre ellas la apisonadora sensual que eran las canciones de The Ronettes. Sin él no tendríamos Be My Baby. Y sin Be My Baby, la escena que abre Malas Calles (Dir. Martin Scorsese, 1973) no sería esa maravilla donde la carga de las imágenes es acompañada a la perfección por la saturada instrumentación y los suaves aullidos de las Ronettes, con el sabor añadido de la percusión latina que tanto le gustaba incorporar.

Escena inicial de “Malas calles”

Sin Phil Spector no tendríamos a Darlene Love luciendo su arrolladora voz a la altura del tigre de Gales (hicieron juntos una versión de River Deep Mountain High, precisamente), su timbre y color inolvidables en He’s A Rebel (The Crystals), Why Do Lovers Break Each Other’s Hearts? (Bob B. Soxx and The Blue Jeans) y una favorita total, (Today I Met) The Boy I’m Gonna Marry.

(Today I Met) The Boy I’m Gonna Marry

Phil Spector ayudó a hacer que el productor de un disco fuese un reclamo comercial más, que su sempiterna presencia y sus opiniones artísticas tuvieran por lo menos el mismo peso que las de los integrantes de las bandas, y contribuyó además a definir el sonido de una generación con sus multicapas, su densidad y su saturación intencionada. Del mismo modo que cuando miras una foto que no está nítida y tiene el contraste muy acusado, y precisamente por eso es memorable y especial, el muro de sonido y las magníficas voces de Bill Medley y Bobby Hatfield (sorpresa, no eran hermanos) hacen inolvidable ese monumento sonoro que es You’ve Lost That Lovin’ Feelin’ de The Righteous Brothers. Dato curioso: es la canción que más veces ha sonado en las ondas de radio estadounidenses en el siglo XX.  

You’ve Lost That Loving Feeling

Spector puso oídos, zarpas y capas de sonido a lo más granado. La labor del productor trascendía en sus manos la mera supervisión y pasaba por planificar y controlar todo, desde la composición, los arreglos, la dirección vocal e instrumental de la banda de acompañamiento, todas las fases del proceso, en suma. También tenía una preferencia total por sacar singles; los álbumes le parecían productos hinchados con dos temas buenos y diez de relleno. Esto, de hecho, entronca con una tendencia que hay hoy en día en muchas formaciones y cantantes. ¿Ha sacado más discos Rosalía? No. ¿Y singles? Nueve.

A mediados de los 60, Spector se retiró un poco de los mandos por problemas personales —era un tío escuchimizado, raruno, con un alma torturada e inestable, acuses megalomaníacos y agresividad estilo Mr. Hyde, nada nuevo— y regresó a finales de la década para producir Let It Be, último álbum de The Beatles. Fue un proceso caótico, afectado por la amarga separación a la que ya estaban abocados, en el que Spector tenía que hacer algo aprovechable con aquellas pistas “abandonadas” tras unas sesiones cuya tensión era tan espesa como el muro de sonido dichoso. El resultado no suscitó el contento de Paul McCartney, y en 2003 salió Let It Be… Naked con unas mezclas que se acercaban más al espíritu austero y desnudo que supuestamente habían deseado para el disco. Aunque hay que decir que, si quieres algo austero y desnudo, quizás el artífice del Muro de Sonido no fuera la mejor opción… De hecho, cuando salió el original, Lennon dijo que “no vomitó” cuando lo escuchó, y George y Ringo estaban satisfechos. Ringo incluso vino a decir que si saben cómo se pone, pa’ qué le invitan. Ringo, todos somos contingentes, pero tú eres necesario.

The Long and Winding Road (original)

Su colaboración con varios ex-Beatles seguiría, dado que produjo varios discos en solitario de John Lennon, además del mítico All Things Must Pass de George Harrison (1970), con uno de sus temas más conocidos y queridos, My Sweet Lord.

My Sweet Lord

Durante los 70 y tras un accidente de coche al que casi no sobrevivió, Spector también produjo a Leonard Cohen en Death of a Ladies Man (pero sin dejarle contribuir en las sesiones post grabación), con un resultado descrito por Cohen como “grotesco” pero “semivirtuoso”, y a los Ramones en su End of a Century, muy criticado por los fans acérrimos dado su sonido más masticable y apto para las radiofórmulas, pero que contiene algunos de sus mayores éxitos, como Rock’n’roll High School.

Rock’n’roll High School

El legado de Phil Spector se ha perpetuado a lo largo de las décadas. Él consolidó el papel del productor como estrella musical, sello de calidad y sonido reconocible, todos ellos logros elusivos y muy difíciles de conseguir. Artistas de todo pelaje (de Beach Boys a The Jesus and Mary Chain, de Brian Eno a Spiritualized o Primal Scream) han reconocido esa influencia en su sonido y forma de grabar o componer, cuando no directamente emulando sus métodos (como grabar en mono o doblar e incluso triplicar pistas).

To Know Him is To Love Him con su formación original, The Teddy Bears, en 1958. Spector es el Tintín de la guitarra.

De ser, con 21 años, el propietario de sello discográfico más joven de la historia de EE. UU. (por lo menos entonces) a morir mientras cumplía condena por el asesinato de Lana Clarkson (2003) hay un triste y siniestro trecho. Eras un genio de la música, Phil Spector, pero también un maltratador criminal. Saluda a James Brown de camino a tu recording studio en el infierno.    


[1] Ya me lo agradecerás luego: http://menwholooklikeoldlesbians.blogspot.com/

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Author: Milena

Girona, 1985. Escribo sobre música y cultura, traduzco y enseño. Me apasionan el soul y la música negra, el rocanrol, los clásicos y los musicales de serie B, entre otros vicios. Inclinación severa hacia lo pintoresco, la purpurina y el chascarrillo.

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