
Esta producción no se puede considerar exactamente un documental, pues no hay narración y sí una suma de anécdotas y sobre todo de opiniones de otros músicos.
El montaje presenta grabaciones de diferentes épocas en la televisión o en directos indicando la importancia que tuvieron los temas en su momento -como las semanas que permanecieron como número 1- y le muestran interpretando muchos de sus éxitos: Cry, cry, cry, Big River, I walk the line, A boy named Sue, Ring of fire o Bird on a wire.
Y alternadas con estas canciones aparecen entrevistas a algunos de los músicos de country más relevantes que reconocen la deuda que todos los intérpretes tienen a partir de los años 50 con “El hombre de negro”, como era conocido por su apariencia.
Merle Haggard, Rodney Crowell, Porter Wagoner, Jack Clement o Glen Campbell nos explican como su estilo sencillo, su cautivadora voz grave, y las letras de temáticas de desamor, temor y redención, supieron llegar a una parte muy importante de la población norteamericana de los años 50, 60 y 70, identificados con esa imagen de hombre común con el que se identificaban muchos.
Es una pena que no tenga cabida en el documental el “revival Cash” que se vivió en los 90 cuando fue reivindicado por muchos músicos de la escena alternativa.
Si la intención es ver un documental que nos explique quién fue y su importancia musical, este no es el film apropiado por la poca información suministrada.
Si aún es un músico desconocido para vosotros, es una buena opción de escuchar sus temas más famosos con la aportación de algunos detalles personales.