…porque solo hay que echar un vistazo a los conciertos y grabaciones que se realizan cada año, para darse cuenta de la vigencia de su música.
Partiendo del tango -un estilo muy localizado y particular-, fue capaz de renovarlo hasta convertirlo en un bien universal, y a día de hoy es posible encontrar músicos de cualquier latitud tocando su música.
Es reclamado por sus compatriotas Argentinos como propio, pero en custodia compartida con el resto del mundo. Su gran mérito, como el de cualquier gran músico, fue ser capaz de alcanzar la universalidad a través de algo muy particular, con unas composiciones que tocan la fibra más sensible de cualquier oyente.

Su vida da de sí para realizar varias películas, o ser la protagonista de varias letras de tango. Hay varios episodios legendarios que podréis encontrar en los múltiples documentales y artículos sobre él: su participación siendo niño en películas de Gardel, sus estudios con Ginastera y Nadia Boulanger, su pertenencia a la orquesta de Aníbal Troilo, sus giras con el Octeto y el Quinteto, su colaboración con Horacio Ferrer…
Su renovación del tango no fue aceptada por muchos puristas. Y como podéis ver, se bastaba el solo para defenderse.
Su importancia se hace patente al ver como su música es interpretada por igual por conjuntos tangueros, conjuntos de cámara clásica, versionada por jazzeros o recuperada por cantantes.
Mientras vivía tuvo que luchar por imponer su visión, por conseguir que su voz fuera escuchada.
Puede descansar tranquilo, pues parece que seguiremos oyendo hablar mucho de él en el futuro.
¡Larga vida al maestro!