Película ambientada en Chicago, una de las ciudades más musicales y también peligrosas de EEUU, en la cual el protagonista, un adolescente afroamericano sufre un trauma que hace que permanezca en casa sin salir, abandonando su vida anterior e incluso los estudios.
Su única actividad durante el día consistirá en encerrarse en su habitación programando beats de música electrónica, actividad que compartía con su hermana mayor.
En estas circunstancias aparecerá un antiguo productor de hip-hop que lo conocerá casualmente, verá su potencial y se convertirá en una figura paterna para él e intentará que pueda conseguir su sueño de dedicarse profesionalmente a la música.
Por el camino encontrará problemas para superar su experiencia traumática, intentará conocer el amor por primera vez, luchará por esquivar las trampas empresariales del mundo discográfico y demostrar que es capaz también de defender en directo su propia música.
Es por lo tanto una película con buenas intenciones, que incluye argumentos ya oídos en otras ocasiones y como novedad, el trasfondo de la música electrónica y el hip-hop construido sobre los Beats fabricados en los softwares caseros, asequibles hoy en día y que permiten la creación de música en casa.
