
Arnold Schoenberg es sinónimo en el ámbito de la música clásica de Dodecafonismo, Serialismo, vanguardia, polémica… Es, por lo tanto, un músico poliédrico con una trayectoria vital que atraviesa algunos de los momentos y lugares más emblemáticos del arte del siglo XX.
Gran conocedor de la tradición como estudioso y profesor, consciente del valor rompedor de sus propuestas, peleó de manera titánica para ocupar su lugar dentro de la historia. Y lo consiguió a través de su perseverancia y también de la escuela de seguidores que atrajo a su alrededor y que intentaron propagar su visión.
En este breve libro, de 130 páginas, su biografía personal se reduce a apuntes concretos que sirven para entender mejor algunos de los aspectos tratados.
El propósito del autor es presentar la obra de Schoenberg aclarando en qué circunstancias históricas se desarrolla -sin tampoco explayarse demasiado- , y sobre todo, y es en lo que resulta más interesante, las características musicales del nuevo estilo que no es presentado como una ruptura total con el pasado, sino que siempre se relaciona con la música anterior aun cuando sea para constituirse como una reacción contraria.
Rosen repasa diferentes aspectos de la música del vienés como la elección de las notas, la textura, la duración de las obras y los aspectos formales, incidiendo en qué elementos utiliza el compositor para estructurar su pensamiento musical.
Indudablemente, los libros escritos por músicos activos -Charles Rosen además de escritor era concertista clásico- aportan visiones que en muchas ocasiones son más directas que aquellas ideadas por historiadores. El autor es conciso y ataca las cuestiones de lleno sin tampoco realizar una apología total del autor aun cuando no oculta el interés por aumentar el alcance que esta música tiene.
La mezcla de análisis musical, ensayo estilístico y breves apuntes biográficos funciona a la perfección como ejemplo de síntesis sobre un autor, razón por la cual continúa siendo una referencia bibliográfica interesante después de casi 50 años.
Dos grandes pensadores -Schoenberg y Rosen- a los que siempre merece la pena prestar atención.