
Biopic sobre Cole Porter, uno de los compositores estadounidenses más famosos de la historia que formó parte junto a otros nombres legendarios como Gershwin, Kern, Hammerstein o Berlin de la época dorada de los musicales de Broadway.
Desde el principio queda clara la pretensión de no realizar un biopic convencional, algo que siempre se agradece y que precisamente desde entonces no ha sido la norma. Con sus aciertos y errores, está claro que está realizada con mucho más cuidado y atención a los detalles que la gran mayoría.
La vida de Cole Porter, se presta sin duda a ser biografiada, por su carácter narcisista, por su apetito por la vida -un vividor, vaya- y sobre todo por las virtudes de su música. Y la película se empeña en mostrarnos lo importante que es esta, pues su vida personal, interesante y esclarecedora respecto a su creación, no sería de interés público sin el gran número de canciones estándar que a día de hoy siguen siendo interpretadas.
Su homosexualidad se mezcla en la película en una difícil relación con su mujer, que estaba al día de sus relaciones con múltiples hombres pero con la cual mantuvo una complicidad salpicada de momentos difíciles.
Pero como hemos dicho antes, el punto fuerte de la película es lo musical. Bajo la premisa de un Cole Porter a punto de morir, vemos cómo visita de la mano de un ángel, los momentos más importantes de su vida que se convierten en números de musical presentados de manera original y cuyas transiciones son magníficas y apenas visibles, fruto de una realización excepcional.
Kevin Kline canta y toca el piano en directo en muchas de las tomas (una proeza que supuso mucho trabajo al equipo técnico para la grabación) participa en momentos coreográficos estupendos y Ashley Judd borda el papel de su mujer.
Como colofón final, vemos en varios de los números musicales a cantantes que aportan su propia personalidad a los temas de Porter que interpretan, rasgo de nuevo de las intenciones artísticas de la película. Así, podemos disfrutar de Elvis Costello, Robbie Williams, Sheryl Crow, Diana Krall, Natalie Cole o Alanis Morissette.
Un biopic original y musicalmente estupendo.