The history of The Eagles

En la mítica banda The Eagles tocaron muchos músicos como Bernie Leadon, Randy Meisner, Don Felder, Joe Walsh o Timothy B. Schmit, y todos ellos salen en el documental, pero detrás de esta producción están Glenn Frey y Don Henley, máximos responsables de mantener la marca así que la narración, está marcada por su visión personal de la historia.
Y ellos mismos no esconden que no se trataba de un grupo democrático, sino que había unos líderes y otros músicos secundarios, con lo que eso acarrea en cuanto a celos, rencillas, disputas y odios que se mantiene de por vida. Es algo que asoma en la trayectoria de la mayoría de bandas de la historia del rock; Led Zeppelin, Deep Purple, The Who, Beatles…
Teniendo en cuenta, no obstante, que en cierto modo la historia puede estar tergiversada -hasta que no se haga otro intento tras la muerte de los miembros, seguramente no se alcance una cierta objetividad- se trata de un buen documental dividido en dos partes de larga duración.
La primera trata la historia del grupo hasta su disolución, en orden cronológico con la aparición de los diferentes LP, las incorporaciones de diferentes músicos y las giras realizadas. Como buen grupo de los 70, el lema “sexo, drogas y rock’n roll” se cumple a la perfección.
Sí resulta interesante ver cómo los miembros del grupo siempre quisieron tener un sonido más rockero mientras los productores intentaban acercarlos más hacia la línea country, con un sonido más amable, sus famosas armonizaciones vocales y ese sonido que en realidad les conectaba con la América interior.
La segunda parte, se centra en los intentos personales de cada miembro de realizar carreras individuales tras la separación en 1980 -con desigual acierto- hasta la reunión de nuevo del grupo en 1994 y su continuación durante el nuevo milenio.
Su largo metraje, la participación de los protagonistas y una fluida narración hace que se trate de un documental muy recomendable para los fans, pero también para los aficionados a la música en general, pues deja muy patente cómo era la escena musical en EEUU en aquellos míticos 70.