Esto va dedicado a todo aquel que se sienta joven, no solo a aquellos que saltan en los conciertos, van de acampada con los amigos y pueden empalmar dos días seguidos sin dormir (aunque a día de hoy os envidio, lo admito)
Además, ya está bien de criticar y poner dificultades a aquellos que tienen la energía y la predisposición para mejorar este mundo en que vivimos. Es su entusiasmo el que contagia para llevar a cabo proyectos impensables.
Un entusiasmo que puede llevar a hacer cosas musicales muy interesantes en ese momento en que uno se sumerge en profundidad en hacer temas que reflejen su mundo interno y lo que nos rodea.
Y si alguien ha sido capaz de captar esa energía mágica que se produce al expresarse musicalmente es John Carney con dos fantásticas películas que no nos cansaremos de recomendaros una y otra vez.
La juventud es un estado de ánimo. ¡Arriba todo el mundo!