
¿Un documental sobre scratch y hip hop de 2001? ¿tiene sentido verlo 20 años después?
Pues sí, para darnos cuenta de que mucho de lo afirmado entonces sigue vigente pero sobre todo, para reivindicar que no hablábamos de una moda pasajera sino de la música que más ha influido en las recientes generaciones americanas -Europa de momento es otro historia…de momento-.
Cuando se afirma en el documental que en el año 2000 se vendían más platos que guitarras parecía una afirmación alocada vistos los años de rockstar vividos, pero el tiempo le ha dado la razón y a día de hoy es difícil encontrar un chaval que quiera colocar un poster de un guitarrista en su habitación, pero no es extraño que tenga un programa de edición de música, un teclado midi y unos platos.
De todas maneras, lo más interesante es que se trata de un retrato de los protagonistas en la génesis de este estilo con auténticas leyendas como Africa Bambaataa que relata los inicios en el gueto allá por los 70, Dr.Dre , Yoga Frog o DJ Jazzy Jay destacando las batallas habituales entre DJ de larga tradición afroamericana -ya había cuttin’ contest en los años 20 en Harlem entre pianistas- y que son un modo de medirse unos con otros y comprobar los avances de cada cual.
Es también una reivindicación del papel del DJ que con el tiempo se emancipó su papel secundario respecto al MC y se pone énfasis, como el título del documental indica, en su capacidad de scratchear, o sea, de jugar rítmicamente en los platos con pequeñas partes de las canciones al poner dos dedos directamente sobre el vinilo. Son una especie de actualización de los breaks de batería y el resultado es realmente increíble.
Si eres un fan del estilo lo disfrutarás enormemente y si no lo controlas, este puede ser un buen documental para introducirte que sin duda te dará ganas de escuchar más música.