
Héroes del silencio es una rareza dentro de la historia de la música y del rock español. Fue y es a día de hoy todavía, un grupo de despierta emociones fuertes tanto para los fans como para sus detractores, que se entregan con la misma intensidad al amor u odio a la banda zaragozana más famosa de la historia.
El porqué de esto queda explicado en parte en este trabajo documentado y ameno que repasa toda su trayectoria con la participación de los miembros del grupo.
Sus inicios son similares a los de cualquier otra banda de los 80 o 90; un grupo de chavales que se juntan en un local para soñar con ser estrellas del rock sin realmente pretenderlo que ganan inesperadamente algún concurso, ven la manera de grabar una pequeña maqueta y que de repente ven como un tema suyo se va haciendo conocido.
Y como muchos grupos de esa época, graban un primer disco que les pone en escena pero para el cual han de hacer concesiones en cuanto al sonido lo cual desencadenará su problema de ubicación futura en el panorama musical español.
Siempre será un grupo demasiado guitarrero para el público mainstream y demasiado pijo para los fans rockeros. Y se quedarán en un limbo a medio camino entre la masa generalista y los seguidores más exigentes. Un limbo lleno de generosas ventas y conciertos multitudinarios, eso sí, que les permitió convertirse en una de las bandas más grandes del momento.
A partir de aquí, sexo, drogas, rock’n roll, mánagers, productores, giras (también internacionales), promoción, grabaciones, desmadres, desavenencias entre los miembros del grupo, lesiones y enfermedades, conflictos con la prensa…. Lo habitual en casi cualquier grupo de rock cuya fama se extiende varios años y cuyo visionado en el documental ayuda a entender mejor las diferentes decisiones musicales que se tomaron en los discos que fueron endureciendo el sonido con los años.
Resultan especialmente interesantes los momentos con Gustavo Montesano y Roberto Durruty -primeros productor-, Ignacio Cubillas “pito”-primer manager-, Phil Manzanera -famoso productor traído a golpe de talonario- y las impresiones de Diego A.Manrique -que nunca les dio bola como crítico musical-. Todos ellos nos dibujan la situación de la industria musical española a mediados de los 80 y sobre todo 90.
Así mismo, es una manera de entender -o recordar, según la edad de cada cual- cómo se formaban los grupos antes de la llegada de los programas televisivos “musicales” tipo Operación Triunfo y de la difusión del prototipo de artista individual ya sea de tipo melódico, electrónico o de reguetón pues el modelo se ha extendido a todos los campos.
Un documental muy entretenido y bien hecho.