Para celebrar el día de hoy, os traemos una historia entretenida y desconocida para parte del público.
En los años 60, la todopoderosa BBC británica -insigne canal que nos abastece de documentales y series de gran calidad y envidia de todo canal occidental público- daba la espalda a la música joven del momento -el rock’n roll- dedicándole unas migajas de su programación mientras hacía especiales de Benjamin Britten, Vaughan Williams o skiffle.
Los jóvenes rockeros estaban comprometidos con una música que era más un estilo de vida que una simple afición y que ejemplificaba la brecha generacional que les separaba de sus progenitores.
Por ello, aparecieron cientos de radios piratas que cubrieron esa demanda de música que no llenaban los canales públicos, con unas maneras de hacer radio que con el tiempo se convirtieron en el estándar de la radiofórmula.
Toda esta curiosa época quedó reflejada en Radio encubierta, de Richard Curtis, la película que hoy os invitamos a ver. ¡Que la disfrutéis!
