
En diciembre de 2021 se cumplieron 100 años de la muerte de Saint-Saëns, compositor de música clásica conocido sobre todo por la obra El carnaval de los animales.
Pasados cien años, y a pesar de que se intentan recuperar algunas otras obras suyas, su perfil se ve atrapado por esta obra y estamos lejos de comprender el importante papel que desempeñó en el ámbito musical.
Su figura es realmente interesante por muchos motivos siendo el primero de ellos su edad. Vivió 86 años y si tenemos en cuenta que fue un niño prodigio de cualidades extraordinarias, su carrera abarcó todo el siglo XIX incluyendo asimismo las apariciones de los músicos más importantes del siglo XX como los modernistas franceses con los que convivió y a los que despreció -Débussy y Ravel- Stravinsky o Schoenberg.
Fue un trabajador incansable con una producción a sus espaldas difícil de catalogar y sobre la que recae uno de los primeros clichés: el de ser un gran estilista dominador de la forma pero carente de “alma musical” creador de obras brillantes pero frías.
A este se puede sumar el segundo cliché sobre él: el de ser un crítico feroz con fama de reaccionario. Ciertamente sobre su carácter sería difícil decir algo en su descargo pues las anécdotas al respecto son muchas. Fue un hombre institucional que desempeñó cargos importantes y que se sentía representante de la música francesa.
Y aquí viene una contradicción importante: defendía la música francesa mientras hacía la música más “alemana” posible lo que le supuso importantes quebraderos de cabeza cuando empezó la Gran Guerra y tuvo que dejar de lado sus simpatías por Beethoven y compañía para centrarse en su patriotismo.
El documental se centra en todos los aspectos y traza una radiografía muy completa que permite observar una figura compleja, contradictoria y en resumen representativa de un momento clave de la historia europea.