
Patti Cakes es la historia de Patricia Dombrowski, también conocida como Dumbo por los vecinos que la humillan y Killa P en su variante artística. Es una enésima versión del sueño americano encarnado por una adolescente que vive en un hogar sin padre, madre alcohólica y abuela dependiente, que sobrevive haciendo trabajos puntuales y cuyo deseo es convertirse en rapera.
Su madre canta en un karaoke donde ella sirve bebidas, y es también una cantante frustrada que no le sirve de ninguna ayuda a Patti.
Killa P -su alter ego rapero- buscará otros dos frikis que le acompañarán en la aventura de intentar grabar una demo que pueda lanzarles la carrera ya que el objetivo es doble para todos ellos: vivir de la música e y huir de su ciudad, un lugar donde no hay futuro y sobre todo, donde no hay espacio para nada diferente que se salga de la norma.
La historia la hemos visto muchas veces pero el director la trata con mimo, cuidando a los personajes y se beneficia sobre todo de la gran interpretación de la protagonista Danielle McDonald que consigue la empatía total por parte del espectador convirtiéndose en un película amable para pasar un buen rato sin demasiadas exigencias.