The Runaways, de Floria Sigismondi (2010)
En algún punto de estas décadas iniciales del XXI llegaremos a tener un biopic de cada artista o grupo que consiguió algún éxito en el pasado. El problema es que la mayoría no parecen surgir de la pasión personal de nadie ni tener detrás ningún objetivo demasiado claro. Además, en el caso concreto de las películas sobre el rock y derivados, parece que cuanto más tiempo pase más difícil será ver historias que reflejen de alguna manera...